Si eres papá, mamá, maestro o simplemente tienes a un adolescente en tu vida, es importante entender que su ansiedad no es solo «cosas de la edad» ni un «drama pasajero». Es algo real y, aunque puede ser abrumador, hay maneras de ayudarles a gestionarla.
¿Cómo se ve la ansiedad en los adolescentes?
A veces, la ansiedad no se presenta como una crisis de pánico evidente. Puede manifestarse en formas más sutiles, como:
🔹 Irritabilidad o cambios de humor repentinos
🔹 Problemas para concentrarse o tomar decisiones
🔹 Dolores de cabeza o de estómago sin razón aparente
🔹 Evitar actividades sociales o escolares
🔹 Problemas para dormir o pesadillas frecuentes
🔹 Perfeccionismo extremo o miedo al fracaso
Si notas estos signos en un adolescente, es posible que esté lidiando con ansiedad, y lo mejor que puedes hacer es ofrecer apoyo en lugar de minimizar sus emociones.
Cómo ayudar a un adolescente con ansiedad
🧡 Escucha sin juzgar
A veces, los adolescentes solo necesitan ser escuchados. En lugar de dar consejos inmediatos, valida sus emociones con frases como: “Entiendo que esto te preocupa” o “Estoy aquí para lo que necesites”.
🧡 Evita la presión excesiva
El colegio, las expectativas sociales y el futuro pueden ser fuentes de estrés. Ayúdales a entender que está bien cometer errores y que no tienen que ser perfectos en todo.
🧡 Anima hábitos saludables
El ejercicio, una alimentación equilibrada y dormir bien pueden marcar una gran diferencia en la ansiedad. Acompáñalos a hacer una caminata, cocina con ellos o establece rutinas de descanso sin pantallas.
🧡 Enséñales técnicas de relajación
Respiración profunda, mindfulness o escribir un diario pueden ayudarles a calmar la mente. No todos los métodos funcionan igual para todos, así que anímales a probar diferentes estrategias.
🧡 Reduce la presión de las redes sociales
Las comparaciones en Instagram o TikTok pueden alimentar la ansiedad. Hablar sobre el impacto de las redes y establecer límites saludables en su uso puede ser un gran paso.
🧡 Busca ayuda profesional si es necesario
Si la ansiedad interfiere con su vida diaria, hablar con un psicólogo puede ser de gran ayuda. No hay nada de malo en buscar apoyo, y cuanto antes lo hagan, mejor.
Un acompañamiento que marca la diferencia
La ansiedad en los adolescentes es real, pero con comprensión y apoyo, pueden aprender a gestionarla. No necesitan soluciones inmediatas, sino alguien que los escuche, los entienda y los acompañe en su proceso.
A veces, un simple “Estoy aquí para ti” puede hacer toda la diferencia.
